11. Revista Criterios y Valores
Mauricio Cuevas
Enero 22 de 2015.
LA TACAÑERÍA PODRÍA PONER EN RIESGO SU SALUD
Y LA DE SUS MASCOTAS
Desde que Internet se volvió accesible a todos nosotros ya no ha sido necesario ir a las bibliotecas, consultar los ficheros, anotar las referencias, pedirlas al bibliotecario, buscar en los libros, copiarlo en un cuaderno, etcétera. Internet es una maravilla y ahora el mundo está al alcance de cualquiera que sepa utilizarla, Google se ha dado a la tarea de hacer disponible toda la información posible y hay quienes hemos sacado provecho de esto más que otros.
Sin embargo en Internet cualquiera puede publicar opiniones, remedios caseros, brujería y cualquier cosa que pase por la mente, brillante o enferma, de alguien que esté dispuesto a subir la información a los servidores. Con esto quiero decir que veo a Internet como a un gigantesco basurero en el que hay que escarbar muchísimo para encontrar algo que valga la pena; quizá ni lo encuentre.
Claro, hay innumerables cosas para las que podemos buscar un tutorial de YouTube, sobre todo para instrucciones de funcionamiento de aparatos, para sembrar alguna flor, hacer un acuario y mucho más. Ya dije que soy de los que ama la tecnología y no soy ajeno a esto, ¡he buscado hasta recetas de cocina! Pero lo peor que puede pasar es que no me salga rico y que desperdicie mi tiempo cocinando; las consecuencias de realizar procedimientos que solo le corresponden a profesionales pueden ser muy graves como veremos más adelante.
Una vez mi vecino me trajo a su gato con un hongo en la piel, luego destapó el abdomen de su pequeña hija de cinco años y me mostró las mismas lesiones. “¿Cree que sea lo mismo doctor?, yo las veo diferentes, pero llevo ya varios días de darle ciprofloxacina y no ha mejorado…” El hombre tenía un buen trabajo y múltiples licenciaturas, se trataba de un académico, daba clases en la universidad, su esposa era en ese tiempo cónsul de un país sudamericano. Yo no lo podía creer. ¡¿Cómo alguien puede ser tan tacaño como para no llevar a su hija al dermatólogo y a su gato al veterinario?! Y es que ni siquiera quería pagarme una consulta, únicamente quería saber si en mi opinión era lo mismo.
Cosas así me enojan, así que le dije que tendría que pagarme la consulta para que le cure al gato y que a su hija debía llevarla con un dermatólogo. Le intenté explicar, que ni el más incompetente de los médicos humanos trataría una micosis con ese medicamento y, que en medicina veterinaria, medicamentos similares al que estaba utilizando en su propia hija no se pueden usar en cachorros y que debía contarle al médico absolutamente todo lo que hizo. No tengo idea si en niños sí se puedan usar las quinolonas (familia de fármacos a la que pertenece la ciprofloxacina)
Me da la impresión de que son las personas que tienen cierto grado de preparación las que más creen que podrán encontrar una solución a problemas médicos. Hay personas que a duras penas saben leer y que viven en una economía de subsistencia básica; esas personas jamás piensan en investigar, simplemente van con el curandero o buscan a un doctor. Por el contrario, personas como mi vecino creen y confían en poder encontrar una solución ellos mismos. Una cosa les digo, una de las grandes verdades de la vida es: “lo barato sale caro.”
Lo que hace que una persona sea un profesional es el entrenamiento que recibió para integrar toda la información y conocimientos recibidos. Yo puedo leer todas las leyes del país y memorizarlas, pero eso no me hace abogado, y le puedo prestar todos mis libros de veterinaria (y mis cuadernos de notas) a cualquiera, pero no le van a servir de mucho, a no ser que sea otro veterinario.
Y es que hoy en día todos quieren ser como mi vecino y desparasitar ellos mismos a sus mascotas, vacunarlos, medicarlos y mucho más. No me canso de escribir que las cosas no son así de fáciles, no estamos hablando de limpiar el piso de madera o de lustrar el automóvil. Voy a dar algunos ejemplos y les voy a proporcionar algunos links para que todos puedan hacer investigación. Sé que no son tacaños y que consultarán a un veterinario siempre, como debe ser.
Por todo lo anterior, ahora quiero referirme al siguiente tema:
DESPARASITACIÓN DE LAS MASCOTAS.
Hay varios errores, uno es ir a una agropecuaria y preguntar al dependiente qué le recomienda para desparasitar a un cachorro, otro puede ser ir a una farmacia de personas y finalmente investigar en internet y buscar el producto apropiado.
En la agropecuaria seguramente le darán un producto que ya no se utiliza, algo que aparece en los libros de veterinaria de los años setenta, como sales de piperazina o mebendazol. Son productos que han sido desplazados por fármacos mucho más efectivos y seguros, el mebendazol es pésimo (en mi opinión) y se requiere administrarlo por 5 días seguidos para obtener cierta efectividad.
En la farmacia seguramente le recomendarán un producto que sea bueno en humanos, como el albendazol, que tiene utilidad en bovinos (tienen un sistema digestivo muy distinto a los animales monogástricos) pero la efectividad contra los parásitos comunes del perro es muy mala.
Si investiga en internet posiblemente encuentre algún producto de una casa comercial de prestigio que sea bueno, pero es posible que no sea del todo efectivo porque una persona que no es veterinaria no conoce los ciclos biológicos de los parásitos y esos ciclos son fundamentales para obtener buenos resultados.
Hay estudios que demuestran claramente que los perros, casi en su totalidad han tenido parásitos en algún momento de sus vidas. Todo cachorro tiene parásitos hasta que se demuestre lo contrario, igual en gatos. Cuando un animal pequeño tiene una carga parasitaria muy alta la posibilidad de que muera al ser desparasitado es considerable. ¿Y cómo van a saber si tiene una carga parasitaria alta? Apuesto a que ni Google tiene la respuesta, pero sé que posiblemente un buen veterinario tiene los medios para saber esto.
Hace algunos años un niño perdió la visión en un ojo (en Estados Unidos), los doctores dijeron que fue a causa de un parásito muy común de los caninos. El culpable fue la mascota de la casa, un cachorro labrador que compraron en una Pet Shop, saben que fue así porque era el único animal en la casa; lo llevaron al veterinario y encontró que el perro sí tenía el parásito. Se fueron a juicio y la cadena de tiendas tuvo que pagar casi 5 millones de dólares en daños.
¿Y cómo es posible que el perro tuviera ese parásito? Ya dije que todos los cachorros tienen el parásito (más de 93%), por alguna razón la desparasitación no fue efectiva. Acá podría pensar en muchísimas razones por las cuales la desparasitación puede fallar, pero el punto es que un veterinario está capacitado no solo para curar al perro, sino para aconsejar a los propietarios sobre las precauciones que deben tomar. Y entonces: ¿por qué el perro iba parasitado? Vuelvo a lo anterior, no lo sé, pero es muy probable que sea por la tacañería de la empresa para bajar los costos o por algún idiota (como mi vecino) que pensó poder hacer cosas para las cuales no está preparado.
Algunos parásitos comunes de las mascotas que pueden ser desde molestos hasta muy peligrosos para los humanos son: Toxocara canis, Toxocara cati, Ancylostoma caninum, Baylisascaris procyonis, Strongyloides stercoralis, Toxoplasma gondii, Dipylidium caninum, por mencionar algunos. De seguro muchos de nuestros lectores no tienen ni la menor idea de lo que hablo. Otra razón para consultar a un profesional.
Sobre el peligrosísimo Strongyloides stercoralis:
Sobre la Toxocariasis:
La moraleja es que lo barato sale caro, pero poner en peligro su salud y la de su familia no tiene excusa. Y si va a leer algo en internet, fíjese en la reputación de la institución que lo publica, es una buena forma de empezar, pero ni así sustituirá a los consejos que un profesional pueda darle.
Poseer una mascota implica aceptar una responsabilidad y por ende, tener un presupuesto destinado para cuidar de su salud. Si una persona no cuenta con el dinero para cuidar de ella como se debe, mejor no tomar la decisión de poner una mascota en su vida, porque va a sufrir el dueño y el pobre animal.