Cuando muere la mascota de un niño…

Los niños desde muy temprana edad son capaces de notar cambios en el hogar, por ejemplo pueden notar desde si usted cambia una palabra su cuento favorito.

Lo principal es decir la verdad a los niños, ellos saben cuando el padre o la madre les están mintiendo y pueden perder la confianza depositada en los padres. El mentirle y decirle que el perro escapó puede crear confusión y ansiedad, incluso depresión y hasta sentimientos de culpabilidad; niños muy jóvenes pueden creer que hicieron algo malo para que su mascota escapara. Si la mascota está enferma, hay que explicarles que estaba muy enferma y con mucho dolor para seguir viviendo; en caso de que la muerte sea el resultado de un accidente hay que explicar que debido a ello, la mascota se lastimó seriamente y que eso produjo la muerte.

Es importante dejar que los niños expresen sus sentimientos de dolor, muchas veces es en el hogar el único lugar en donde pueden hacerlo. Los muy pequeños pueden hacer dibujos y expresarse de esa forma, pero lo importante es dejarlos expresar sus sentimientos. También debemos recordar que los niños nos ven como ejemplos a seguir y que también debemos de solidarizarnos con ellos y hacerlos entender que es normal estar triste. Ellos recordarán la forma en que actuamos ante distintas situaciones toda la vida.

Muchos adultos se apresurarán a conseguir otra mascota casi de inmediato; esto no da tiempo para que los niños afronten la realidad de la pérdida… si se sustituye muy pronto a la mascota puede prolongar el estado de negación y producir que los niños no quieran a la nueva mascota. Es importante esperar un tiempo hasta que todos en la familia estén de acuerdo en conseguir otra mascota.

Muchas veces los niños desearían tener un lugar en el cual poder ir a ver a su mascota muerta. Algunas familias pueden hacer un jardín conmemorativo, hacer un álbum de fotos o escribir algo sobre la vida de la mascota con la familia. No hay que impedir que suceda y hay que dejar que sean ellos los que participen, pueden sorprenderlos con su creatividad.

En caso de que sea necesario practicar la eutanasia, no se recomienda que sea presenciada por menores de 9 años, es un evento traumático que puede dejar una impresión por mucho tiempo. Cuando se trata de adolescentes se deberá de hablar claramente con ellos y explicarles; nunca deberán obligarlos a estar presentes.

Es importante una buena comunicación y no engañarlos, deben comprender que es parte de la vida.

ENTRENAR PARA EXAMINAR

¿ENTRENAR PARA SER EXAMINADO?

Posiblemente pocas personas han escuchado sobre el entrenamiento para un examen físico; también a muchos les vendrá a la mente inicialmente un examen físico de resistencia…bueno, no es así exactamente.

• Entrenar para ser examinado consiste en enseñar a su mascota a ser revisada, esto puede traer muchos beneficios tanto para el paciente como para el veterinario: En primer lugar hay animales agresivos que no se dejan tocar, por ejemplo un Rottweiler viejo y con problemas cardiacos representa un verdadero reto para el clínico y podría estar en peligro su vida (del paciente) en caso de ser sometido a demasiado esfuerzo.

• Un animal peligroso representa un riesgo para las personas que lo manejan, tanto para los propietarios, el veterinario y cualquiera que esté presente. Recuerde que el veterinario es un médico y no un domador; por lo tanto puede negarse a recibir animales que pongan en riesgo su salud.

• En algunos casos será necesario aplicar un tranquilizante que subirá los costos de los honorarios profesionales.

• Es muy difícil aplicar medicamentos a los animales intratables tanto hospitalizados como en sus casas.

• Algunas enfermedades necesitan de tratamientos específicos, como por ejemplo problemas oculares o infecciones en el oído; muchas veces es imposible curar estas enfermedades si el medicamento no puede ser administrado debidamente en la cantidad y la dosis indicada. Además que las gotas deben ser administradas directamente.

• La mayoría de animales que se resisten al examen lo hacen por miedo; generalmente reaccionan en forma agresiva.

• Si usted examina rutinariamente a sus mascotas, notará cuando exista algún cambio y eso traerá un gran beneficio en su salud, recuerde que en muchas enfermedades “el tiempo es oro”.

Por las razones anteriormente mencionadas se necesita enseñar a las mascotas a estar tranquilas durante un examen, sobre todo si son razas grandes, pero es importante en todos. Lo que usted debe hacer es empezar a una temprana edad, nunca haga una pelea o lo lastime para enseñarle a estar quieto, el animal debe de entender que no se le hará daño y aprender a estar tranquilo.

Usted puede hacer lo siguiente:

1. Haga que su perro esté tranquilo, no lo intente cuando abre la puerta del patio por las mañanas, espere a que se tranquilice.
2. Toque todo el cuerpo del animal con sus manos, que sienta que no hay peligro y que está todo bien
3. Revise la dentadura suavemente y con precaución de no lastimar, no es necesario que abra completamente la boca, levante los labios lateralmente con el hocico cerrado, observe si hay sarro acumulado cerca de las encías, ponga mucha atención al color de las mucosas, casi siempre deben ser rosado pálido; en animales anémicos estarán pálidas hasta casi blancas, animales con problemas hepáticos (por ejemplo) pueden tener ictericia que se manifiesta con un color amarillento. Si hay deshidratación estarán más secas que de costumbre. No olvide notar el aliento ya que generalmente el mal aliento está asociado con infecciones dentales.
4. Observe los ojos y oídos, también en los ojos puede detectar cambios generales como la ictericia al observar la parte blanca de los mismos (esclera), fíjese que los ojos estén claros y no opacos, que no lagrimee en exceso. Los oídos son importantes, tóqueselos y suavemente intente observar el canal auditivo externo. Note el color del cerumen, si hay algún exudado, mal olor, enrojecimiento del pabellón, picazón o exceso de pelos. No introduzca hisopos que puedan lastimar el tegumento, es un área muy sensible
5. Enséñele a echarse en el suelo y a que permita que se le revise su abdomen con facilidad, a que no intente pararse constantemente. No olvide que en las hembras deberá palpar todas las glándulas mamarias…
6. Con los genitales deberá poner especial atención, tanto en machos como hembras deberá notar si existe alguna secreción o algún cambio y comunicarlo al veterinario. Fíjese bien la forma en que su mascota orina normalmente. Deberá de poner atención a los testículos (sobre todo en perros viejos) y notar que no tengan masas anormales o diferencias en tamaño y consistencia.
7. Examine las almohadillas plantares y sus pies con detenimiento, las uñas muy largas pueden ser el resultado de que no se gasten adecuadamente, pero también se encuentran en perros que no suelen caminar de la misma forma por artritis o envejecimiento. Revise el área interdigital para buscar infecciones o cuerpos extraños alojados en esa área.
8. La piel es posiblemente lo más importante y es el órgano más grande del organismo; refleja el estado de salud general. Nunca permita que existan pulgas en su casa, afortunadamente hay productos muy buenos hoy en día para prevenir y combatir los parásitos externos. Cuando un perro tiene pulgas generalmente tendrá menos pelo y húmeda la parte de la espalda justo arriba de la cola. En los gatos es más fácil encontrarlas y ponga atención a la barbilla y la cara del felino. Las garrapatas son comúnmente confundidas con pequeños tumores, las grandes son de color gris y muy parecidas en tamaño y forma a un fríjol crudo. Si pone atención aprenderá a que en algunas ocasiones en más fácil reconocer el excremento de las pulgas que encontrar a las mismas.

Se recomienda que haga el examen por lo menos una vez a la semana, así podrá detectar cualquier anormalidad rápidamente. Puede aprovechar hacer el examen en el mismo momento en que se peina y limpia a la mascota.

Cuando tenga problemas para que se quede quieto intente sobornarlo con cariños y/o premios (mejor con los gatos). También puede intentar hacerlo justo antes de sacarlo a dar un paseo (eso funciona con los perros). Nunca lo lastime o lo obligue al punto de que sea contraproducente.

Mucha suerte, no solo ayudará a mantener sanas a sus mascotas, también su veterinario se lo agradecerá.

TENER MASCOTAS PUEDE MEJORAR SU SALUD

FORMAS EN QUE SU PERRO PUEDE MEJORAR SU SALUD

Poseer una mascota puede ayudar a quitarle la depresión, bajar su presión sanguínea y mejorar su sistema inmune. De acuerdo a un artículo escrito por Jeanie Lerche Davids escrito para WebMd incluso puede ayudar a mejorar su vida social.

Por más de 25 años se han realizado investigaciones que han mostrado que vivir con animales puede tener beneficios. Bajar la presión arterial, mejorar su sistema inmune y hasta conseguir una cita...

Contra las alergias

Antiguamente se pensaba que los niños que viven con animales presentaban alergias con mayor frecuencia y que si usted viene de una familia “alérgica”, debería de evitar tener animales en casa. Nuevos estudios sugieren que los niños con animales peludos en casa, ya sean perro, gatos o animales de granja, tendrán durante su vida menos posibilidades de desarrollar enfermedades alérgicas y asma.

Si las familias en el estudio tenían un perro en casa la incidencia de alergias en los niños bajó de 33% a 19%. También se les hicieron exámenes a los niños que mostraron sistemas inmunes más fuertes.

Todo esto fue publicado en JOURNAL OF ALLERGY AND CLINICAL INMUNOLOGY por el médico pediatra de la Universidad de Wisconsin-Madison, Dr. James E. Gern.

¿OBTENER CITAS?

Los perros son lo mejor que hay para conocer personas, inmediatamente son tema natural de conversación, olvídese de Internet y cosas nuevas.

Las personas frecuentemente le preguntarán qué raza es su perro, pueden ver los trucos que puede hacer, pueden preguntar cosas con respecto al perro, etc.

De acuerdo a Nadine Kaslow PhD, quien enseña psiquiatría y ciencias del comportamiento en Emory University en Atlanta, esto es bueno para personas tímidas o con poca exposición social.

Perros para gente grande

En algunos estudios de la Universidad de California se ha encontrado que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer y que viven con un perro en casa tienen menos ataques de ansiedad.

Salir a caminar con el perro o solamente cuidar del perro/gato (el gato es excelente porque requiere menos cuidado) provee ejercicio y compañía a las personas mayores. Incluso existe una compañía de seguros (Midland Life Insurance Company de Ohio) que pregunta si tienen mascotas en casa a las personas de más de 75 años para calcular los costos.

Bueno para cuerpo y alma

Las personas con enfermedades serias crónicas (s.i.d.a. por ejemplo) sufren de menos depresión si poseen una mascota a la que estén apegados. Existen estudios que indican que poseer una mascota puede disminuir su presión sanguínea.

Como en todas las actividades que se disfrutan, poseer un mejor amigo puede ayudar a liberar serotonina y dopamina, transmisores nerviosos que se sabe producen sensación de bienestar.

Bueno para su corazón

Los pacientes que sufren un ataque al corazón y poseen mascotas sobreviven por mayor tiempo que aquellos que no poseen animales en casa. De acuerdo a los investigadores, los hombres propietarios de animales poseen niveles más bajos de triglicéridos y colesterol.

El presente no es un artículo propio, fue tomado de Internet, para ver la versión original en Inglés puede entrar a http://my.webmd.com/content/Article/81/97060.htm

También puede obtener el libro “El Poder Sanador de las Mascotas” que está a la venta en librerías y súper mercados del país. Abajo se citan las fuentes que se utilizaron para crear el artículo original.

SOURCES: Gern, J. Journal of Allergy and Clinical Immunology, February 2004; vol 113: pp

307-314. WebMD Feature: "Pet Doctor." WebMD Feature: "Everyday Playtime for Adults."

Nadine Kaslow, PhD, professor of psychiatry and behavioral sciences, Emory University,

Atlanta. Lynette Hart, PhD, associate professor, University of California at Davis School of

Veterinary Medicine. Blair Justice, PhD, psychology professor, University of Texas School of

Public Health; author, Who Gets Sick: How Beliefs, Moods, and Thoughts Affect Your Health.